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Datos Personales

  • Médica UBA.
  • Especialidad: Tocoginecóloga. Residencia en Htal Carlos G Durand finalizada 2001.
  • Especialista en Ultrasonografía. SAUMB
  • Curso Bianual Mastologia. Sociedad Argentina de Mastologia.
  • Medicina Funcional. Institute of Functional Medicine.
  • Postgrado Bianual de Medicina Orthomolecular. FIMON.
  • Cursos y Congresos Internacionales de Hormonas Bioidénticas.
  • Especialización en Medicina Antiinflamatoria. Certificación Internacional Dr Barry Sears.
  • Docente de los Cursos Anuales de Medicina Orthomolecular de FIMON (Foro para la Medicina Orthomolecular y Nutrigenómica).
  • Actualización en Climaterio. AAPEC
  • Actualmente realizo consultas en consultorio particular además de la actividad de docencia en postgrado para médicos de FIMON.

Medicina Funcional

La Medicina Funcional es un abordaje diferente de la salud. No es una medicina alternativa, sino que es Medicina Basada en la evidencia. Eso quiere decir que los tratamientos se apoyan en múltiples trabajos científicos que comprueban la eficacia del tratamiento propuesto.

En Medicina Funcional buscamos el origen de las enfermedades o de los síntomas, y tratamos de reestablecer la salud tratando la causa primaria que origina el síntoma.

El paso de los años, la mala alimentación, el stress, el descenso en los niveles de hormonas, los tóxicos (que pueden ser ambientales, cosméticos, alimentarios, etc), el exceso o falta de actividad física, son todas situaciones que desequilibran nuestro organismo y dan origen a diversos síntomas que alteran nuestra calidad de vida.

Por eso la propuesta de este abordaje es evaluar qué es lo que más está desequilibrando tu organismo y devolverle ese equilibrio perdido.

¿Cómo reequilibramos el Organismo?

Alimentación.

La alimentación es el estímulo más constante al que sometemos a nuestro organismo. Por eso una alimentación correcta (en calidad y en frecuencia), es la base del tratamiento.

Consumir productos que no son saludables para tu propia bioindividualidad, dañan tu flora intestinal, y eso es un foco de inflamación celular constante. (Este tipo de inflamación no la podés percibir, pero está científicamente comprobado que es el orígen de todas las enfermedades crónicas. Por lo tanto es indispensable controlar el grado de inflamación celular para estar saludables). 

Identificamos qué tipo de alimentos son adecuados para vos en esta etapa de tu vida, y cuáles debés evitar.


Cambios de hábito.

Incorporamos diferentes tipos de ayuno si fuera necesario y los adecuamos a tu estilo de vida.

Actividad física. Evaluamos cantidad y calidad de actividad física acorde a tu edad y tu situación actual. Ejemplo: si tenés más de 45 años, los ejercicios de fuerza son muy beneficiosos para tu salud ósea, si tenés una actividad física muy exigente, minimizamos el exceso de radicales libres producido por este sobreentrenamiento.

Manejo del stress.
 El mal manejo del stress, aunque no lo percibas como tal, genera numerosos daños en el organismo. Mejorar la forma en que te ralacionás con el entorno (y la regulación del cortisol consecuente), tiene un alto impacto en tu salud intestinal, en tus niveles hormonales, en tu metabolismo.


Suplementación.

En la mayoría de los casos, la alimentación no es suficiente para aportar todos los minerales, ácidos grasos y vitaminas que necesita nuestro cuerpo. Es por ello que administrarlos en forma de suplemento resulta muy beneficioso para sentirnos mejor.


Hormonas.

El paso de los años hace que nuestras hormonas disminuyan, y a veces estos descensos alteran nuestra calidad de vida. Es a partir de los 30 años que comienzan estos descensos en forma fisiológica. Pero un exceso de inflamación celular u otros desequilibrios, pueden afectar la forma en que tu cuerpo ¨lee¨esas hormonas.

Unimos sintomatología clínica a un exámen de sangre buscando valores óptimos para tu bioindividualidad.


Sueño.

Mediante cambios de hábito (higiene del sueño) y suplementación si fuera necesario, reestablecemos el ritmo de tu sueño. Es fundamental tanto la calidad como cantidad de sueño para reestablecer los ritmos circadianos que mantienen nuestro organismo saludable.


Detoxificación.

Potenciamos las vías naturales por las cuales el organismo se libera de las toxinas. Cuidamos la calidad de los productos que ingresan a tu cuerpo, evaluamos el estado de tu hígado, riñones e intestino y mejoramos la eliminación de aquellas sustancias que generan daño.

Frecuencia de Consultas

Las consultas pueden realizarse en forma presencial o virtual.

Programamos una segunda consulta a los 30/40 días de la primera, para evaluar impacto del tratamiento propuesto, y para analizar nuevas estrategias según hallazgos de laboratorio o exámenes complementarios y sintomatología clínica.

El resto de las consultas dependerá de las metas propuestas y son acordadas junto al paciente.

Trabajo en Equipo

Mi forma de trabajo es incluir a otros profesionales de la salud si fuera necesario: nutricionistas para un seguimiento más estricto de un plan alimentario, por ejemplo, entrenadores personales para individualizar el tipo de actividad física que nos permita alcanzar objetivos propuestos, psicólogos para ayudarte en el manejo de stress, coaches de salud si estás muy desorientada/o con la organización alimentaria de tu casa.

Ponemos objetivos a corto plazo y una vez alcanzados, sumamos nuevas metas para acompañarte en un cambio duradero que mejore tu calidad de vida

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